Es imposible entender la naturaleza sin el agua, sin su frescor, sin su fuerza, sin su utilidad, sin su excasez, sin su capacidad de estar en casi cualquier sitio y crear vida, y como no, sin su incofundible sonido al chocar en cualquier superficie. Siempre suena, siempre está presenta, a veces relaja y otras asusta, pero siempre és ella.

Esta vez he querido resaltar aún más, si cabe, la energia del agua, su peculiar forma de demostrar su poder y su identidad. No existen garndes alardes técnicos en esta sonorización, no quería quitarle su propio sonido, sinó potenciarlo algo más escuchando dentro de las gotas de agua…¿sonarán así?…quizá.